miércoles, 9 de julio de 2014

Bodegón Julio

Plurinominales, una canonjía absurda
      El Instituto Estatal y de Participación Ciudadana  de Coahuila (IEPCC) hizo entrega de las diputaciones locales plurinominales, que fueron nueve en total y de las cuales solo le tocó una al PAN, mientras que las otro ocho fueron repartidas entre ocho partidos enanos, la mayoría de los cuales iban en coalición u obtuvieron votaciones muy pequeñas, que van del 6.26% de la votación total hasta el 3.41%, lo que es un disparate en términos políticos, pero la Ley Electoral de Coahuila, que la mayoría de los ciudadanos no conoce ni en su primer artículo, está más retorcida que una charamusca de aquellas que se vendían antiguamente a los turistas en Guanajuato. Resulta que el PAN logró, con todo y el feísimo bajón que tuvo en las elecciones, un 23.07% del total de los votos emitidos el 6 de julio, pero apenas le alcanza para una diputación plurinominal, lo que por sentido común le da cierta razón a Bernardo González, el dirigente estatal de Acción Nacional, quien dice que les tocaban cinco pero con artimañas los han despojado de cuatro. Su dicho está también algo pasado: cinco son muchas pero una es algo ilógico, fuera de todo sentido común, como dice la canción de Lupita de Alessió: “Te estás pasando…”, en referencia al IEPCC y a quien lo manda, porque alguien desgraciadamente lo manda, debiendo mandarse solo. Ahora tenemos diputados del Partido Social Demócrata, del Partido Primero Coahuila, el PVEM, el Panal, la UDC, el PRD y hasta de un esperpento llamado Partido Revolucionario de Coahuila, por el cual va a ser diputado nada menos que Abundio Ramírez Vázquez, una rémora de “líder popular” que ya se pensaba había pasado al cajón de los recuerdos y ahora será un plurinominal que nos costará más de 100 mil pesos mensuales. Insólitamente Abundio sacó más votos que el PRD, lo que está para ponerse a llorar por ésta izquierda que no levanta ni un muerto. Por cierto el diputado por el PRD va a ser nada menos que César Antonio Marcos Wong, hermano de Emilio Marcos Wong, exalcalde de San Pedro de las Colonias, fallecido en un trágico accidente aéreo. El diputado por el Partido Primero Coahuila, que abarca básicamente el ejido Coyote de Matamoros, va a ser Loenel Contreras Pámanes, hijo de Jesús Contreras Pacheco, miembro honorario del museo de la grilla lagunera, así que tenemos nepotismo que es un gusto además de todo lo cuestionable que son en sí las plurinominales; las cuentas del IEPCC y ciertos artículos de la Ley Electoral de Coahuila. Nada más para que se dé un quemón de cómo andamos de truculencias: el Partido Campesino Popular obtuvo 22,192 votos y va a tener un diputado, mientras que el PAN obtuvo 176,837 votos y va a obtener también un diputado ¿Le encuentra usted asombrado lector lógica a nuestras leyes electorales?
UNA BURLA MÁS
     Para que el respetable se dé una idea del manoseo que se dio en este asunto de las diputaciones plurinominales, nada más anote que la diputada por el Partido Social Demócrata, que sacó el 3.4% de la votación total y es un satélite del PRI, como casi todos los demás partidos enanos, es Claudia Elisa Morales Salazar, quien era funcionaria del gobierno del estado en el área de turismo ¿Pero que tiene esto de especial si varios funcionarios pasaron a diputados? La particularidad es que Claudia Elisa Morales Salazar es la esposa de Eduardo Olmos Castro, exalcalde de Torreón y quien, debido al nivel de rechazo que tiene entre la opinión pública, no ha podido ser acomodado nuevamente como alto funcionario de la administración estatal. Para los torreonenses semejante canonjía tiene visos de burla. En resumen, si sumamos y restamos en el Congreso del Estado habrá 16 diputados de mayoría, todos priistas, pero a estos hay que sumar por lo menos seis más de los partidos enanos que fueron colocados también para ser “paleros”, así que la bancada oficial se compone de 22 diputados locales dispuestísimos a levantar el dedo cuando y del modo que se les ordene.  
EL REGIDOR 1988
     Por la  puerta de atrás y a discreción, entró  como regidor al cabildo de Torreón el muy controvertido “líder” de colonias populares de los años ochenta Mario Cepeda, padre, quien había sido puesto como suplente cuando el círculo negro ya había decidido que Luis Gurza Jaidar iba a ser enviado como diputado local, porque ese había sido el trato de la maroma que dio del PAN al PRI. De inmediato la picaresca política ha bautizado a Mario Cepeda como el diputado número 1988 ¿Por qué será?  Va a llegar al cabildo y va a llegar gritón, protagónico, como si lo hubiera llevado ahí el voto popular y no el acuerdo en lo oscurito. Por cierto, estamos llenos de acuerdos en lo oscurito dentro del medio político por los cuales están regresando al mundo de los vivos toda una serie de personajes cuyas carreras políticas se consideraban terminadas, y no precisamente de una manera glamorosa sino todo lo contrario.
CORRIERON A DOÑA RENATA
     La primera directora de la administración de Miguel Riquelme Solís que abandona la nómina ha sido Renata Chapa, encargada de cultura, quien venía de Gómez Palacio con todas las recomendaciones y, apenas asumido el cargo, comenzó a tener problemas tanto dentro del grillesco medio de la “cultura” local como del patronato que encabeza doña Lucrecia Martínez de Santibañez, exprimera síndica del pasado gobierno municipal quien, en un berrinche de los grandes, se fue del cargo porque los negocios de sus hermanos para construir el estacionamiento de la Presidencia Municipal no salieron como deberían. Pues ha resultado que doña Renata, que es todo menos agachona, entró casi de inmediato en dimes y diretes con el patronado y como poderoso caballero es don dinero, no tardó mucho en que los empresarios que lo componen, encabezados por doña “Quecha”, pidieran su cabeza y se les entregara en bandeja de plata. Mal anda el medio de la cultura municipal, vamos a ver si los empresarios del patronato son tan buenos para ponerle recursos económicos como para hacer grilla, porque como adorno nomás no lucen.
AL ESTILO OLMOS

     Una vez que ha pasado la euforia de los primeros cien días y todo el primer semestre, donde todos los funcionarios del ayuntamiento de Torreón mostraban un ritmo frenético de trabajo, las cosas han comenzado a cambiar de tono y ha comenzado en varias áreas a imponerse lo que parece la inercia de la administración de Eduardo Olmos Castro, caracterizada por el culto de la adoración al huevo. Varios de esos funcionarios están inscritos al gustadísimo programa: “Vacaciones en tú oficina”, que ha comenzado desde principios de julio pero nadie sabe cuándo terminará. El alcalde, si desea que la pasada administración no le contamine la suya con tanto funcionario que repitió, tendrá que tomar severas medidas de disciplina, de otro modo el ambiente laboral se va ir tornando bastante relajado y eso fue el desastre del cuatrienio anterior.