Por
Francisco Rodríguez
De
acuerdo a los especialistas, Torreón y La Laguna en general se encuentran por
lo menos 15 años atrasados en su desarrollo económico y de infraestructura, lo
que está teniendo serias consecuencias, como la caída drástica de la
competitividad, la casi nula inversión de capital en el sector industrial de la
región, una muy alta tasa de desempleo y una perspectiva de futuro que hoy se
ve desalentadora con respecto a otras ciudades del país.
En entrevista exclusiva para Revista de
Coahuila, Eduardo Holguín Bizhunter, director del Instituto Municipal de
Planeación y Competitividad (IMPLAN) en Torreón, de entrada lanza que si no
baja los indicadores desfavorables en un año, se hará a un lado, lo que sería
algo inédito en un funcionario municipal.
“Si
no convencimos como instituto o no fuimos suficientes, en un año nos vamos. En
un año ya vimos si la ciudad empieza a transitar hacia por lo menos entrar a la
media, ahorita estamos en la media baja, si no podemos pues que mejor pongan a
otro”, comenta el economista egresado del ITAM.
De
entrada tiene puntos a su favor; indicadores que fácilmente disminuirá con
ajustes ante el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO): Si Torreón
fuera medido solo, estaría en el lugar 17 y no 44. El problema, asegura
Holguín, es que la competitividad es algo metropolitano.
“O
nos separamos cosa que no es posible, o trabajamos conjuntamente con acuerdos
específicos. Porque ese será el único camino. En el mundo ya se analiza la
metrópoli y ya no la ciudad”, explica desde su oficina en el Banco de México.
El
Instituto trabajará con 22 personas y adelanta que en dos años, el instrumento
será democrático y los ciudadanos se podrán registrar para entrar al consejo
técnico. Bajo esta base, optimistamente Holguín está convencido que en cuatro
años Torreón podrá entrar entre las 10 ciudades más competitivas para invertir
en México.
“Hay
cuestiones burdas que sí se pueden hacer y hay otras finas. Es como un examen.
Primero hay que contestar las preguntas fáciles, luego las más difíciles. Con
las preguntas fáciles en un año sí nos ubicamos en la media de la
competitividad”, afirma.
Las
cuestiones tan burdas de las que habla Holguín, son por ejemplo las áreas
verdes: La región no tienen ni un metro cuadrado de área verde por habitante
cuando internacionalmente se tiene 12. Es un indicador. Otro es el estado de
derecho, cuando según el IMCO, Torreón no tiene notarios, dato que es
incorrecto.
Pese a estos indicadores, el IMPLAN,
aclara su titular, no será ejecutor ni de obras, ni estudios, ni proyectos. El
IMPLAN determinará el balance y las señales rojas para señalar cuáles son los
programas y perfiles que deben desarrollarse según éste órgano técnico. Será
Miguel Riquelme Solís, el presidente municipal, quien decida.
“Algunos
puristas del análisis del instituto consideran que deben pasar a la ejecución, como cuestión
obligatoria. Eso sería anti constitucional porque no puede haber un ente
superior al cabildo o al municipio mismo, pero aunque se pudiera no creo que
sería bueno que fuera ejecutor porque sustituirías a todos en el municipio”,
explica el nuevo funcionario.
Si algo ha faltado
es planeación y visión. En términos concretos, ¿qué se hará?
La
idea de Miguel Riquelme es hacer el cambio institucional. Tener una entidad que
se dedique a levantar los indicadores de competitividad de la ciudad, los
cuales son mediocres y bajos según el Instituto Mexicano de la Competitividad
(IMCO). Ocupamos un lugar 44 de 77 ciudades. Hay 43 ciudades mejores que
nosotros para invertir. Estamos muy caídos. Tenemos 15 años sin inversiones. Puedes
atraer inversiones regalando naves industriales o terrenos o bien desarrollando
la competitividad de la ciudad y esto compete a muchos factores y sectores.
Depende de muchos factores de relación con el estado y también con los sectores
sociales, privado, universidades. Es algo de triple hélice: gobierno
empresario, universidades.
¿Estamos entonces
atrasados 15 años?
En
Torreón sí, y más atrasados en materia de instituciones para promover la
competitividad. A la Laguna le cae la globalización pero no hace los cambios
institucionales para adaptarse a los cambios.
¿Entonces se
reconoce que ha sido responsabilidad de los gobiernos?
Un
alcalde antes lo único que hacía era ver la cuestión de los servicios públicos:
agua, luminaria, ahora el alcalde es un líder que tiene que impulsar a su
ciudad, a rivalizar con otras ciudades. Una inversión mundial nos revisa a
otros países. Hay muchas ciudades que compiten mejor que nosotros. Tenemos que
levantar esa competitividad que depende de 70 factores, según el IMCO: áreas de
economía, cultura, medio ambiente, desarrollo urbano, estado de derecho.
Necesitamos una institución trasversal a todos los sectores de la ciudad, convencer
tanto a los colegas del gobierno como de otros gobiernos, con el gobernador,
con la federación, con organismo privados. Tenemos que hacer toda una
organización para trabajar.
¿Qué metas
concretas hay?
El
presupuesto nos limita pero si tenemos 10 proyectos, tendremos que ver cuál le
pega más a la competitividad. Una vez tengamos el balance, éste proyecto nos
levanta más la competitividad. Si metemos un museo nos levanta tantos puntos,
si metemos tal parque nos levanta esto. Hay que darle una perspectiva a los
proyectos y no nomás que se le ocurra algo. Es una estructura de análisis.
¿Cuál es el
proyecto prioritario?
El
transporte suburbano, en mi opinión, nos puede levantar mucho la
competitividad. Hay que pasarlo a algún tamiz técnico. Yo no voy a decidir. No
somos gurús, somos técnicos que vamos a decir estos son los indicadores, el
balance de la ciudad y en términos económicos esto es lo que se tiene que
hacer. La sociedad, el cabildo y la sociedad van a dar la decisión política
final al proyecto. No somos gurús ni vamos a trabajar independiente de las
otras dependencias económicas. Necesitamos una visión social, política y vamos
a darle la visión económica. Esta inversión nos va a levantar esto en el
análisis económico mundial. Los técnicos dirán los caminos.
¿Cuál es el presupuesto
del Instituto?
De
12 millones de pesos, un poco más. Vamos a analizar proyectos que rebasan mucho
esto. Tendremos que acudir a presupuestos de la federación, del estado; colaborar
con la IP para que metan dinero.
¿Entonces esa
cantidad es solo para nómina?
Gasto
corriente y algunos estudios que se van a contratar y nómina. Una vez tengamos
el conjunto de acciones algunas requieren de ciertas investigaciones y
desarrollo. Podemos contratar algún despacho, por ejemplo. Sí hay ciertos
estudios que hace el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC). Sería
conveniente tener establecido cómo levantar ciertas productividades de la zona.
El problema es que nuestros sectores tradicionales como la industria del
mármol, mueble, metal mecánica, se han quedado rezagados en relación al mundo.
Se ha quedado estancada. Tiene menor productividad y tenemos qué ver cómo
incentivar. Y eso requiere cierto análisis para que nos digan, por ejemplo, cómo
traer las Tecnologías de la Información. Sería bueno contratar a consultores,
cuál sería la ruta crítica para ya traer una industria que no puede seguir
fuera de la región.
Usted presidió en
la administración anterior un Consejo ciudadano de Competitividad. La realidad
es que fue un fracaso.
No
fue ningún instituto. Era un grupo de empresarios e integrantes de ONGs que nos
juntábamos y analizábamos proyectos y diseñamos el instituto. Esas personas
fuimos a Juárez, a León, estuvimos en Ensenada, en San Pedro Garza García y
diseñamos una matriz. Hicimos una propuesta al alcalde y no fue tomada en
cuenta. Viene Riquelme y lo rehacemos y se hace el instituto. No había ningún
gasto público. El consejo también hizo un proyecto para traer las empresas Bussiness Process Outsourcing, tampoco
se echó a andar pero ahí está el proyecto y la ruta. Ese trabajo no se echó a
perder, ahí está. Se quedó estacionado porque nunca lo echó a andar Eduardo
Olmos. Miguel sí es un convencido que se debe echar a andar el instituto. Hay
ciudades que hace 20 años echaron a andar los IMPLAN. No pudimos quitar ese
retroceso institucional. Pero yo no lo veo como un fracaso, hicimos el
proyecto, nos reunimos. Por primera vez se vieron las caras instituciones como
el CLIP y Fomec.
¿Por qué en tanto
años el tema Mieleras no ha sido explotado?
Creo
que el Mieleras sí puede ser una gran zona industrial.
Pero tiene muchos
años diciéndose lo mismo.
Es
que le falta elementos de competitividad. Tenemos que dotarlo de agua
necesaria. No tiene agua, cómo va a ser un parque sin agua, aunque no sea
destinado a empresas de uso intensivo de agua. Necesitamos dotarlo de la
capacidad de energía eléctrica suficiente que te demandan grandes empresas. Ahí
está, no es un desperdicio ni fracaso, pero sí es una infraestructura que si le
damos elementos de competitividad lo echamos a andar. Y así lo vamos a hacer. Por
eso el análisis de los factores. Qué nos falta, agua, vamos a hacer un proyecto
para darle agua. Ya que se junten los empresarios privados pues yo le pongo
tanto y el gobierno tanto.
Pero si no ha
habido agua ni otras cosas es por falta de voluntad.
Por
lo que sea, lo que vamos a decir son como las alarmas de un avión, te pone los
rojos y ya decide el piloto si va a cambiar la altitud o si se sale de las
nubes. Vamos a establecer las alarmas e ir más allá. Estos son los programas
que creemos deben tomarse en cuenta.
Ha faltado liderazgo
Para Eduardo Holguín, a la región le ha faltado
organización o una labor institucional para ejercer un liderazgo. Opina que no
ha existido un liderazgo público cuando los tiempos lo exigen.
Holguín
expone que en la era moderna, son los alcaldes quienes deben tomar el liderazgo
y no esperar que llegue un gobernador o un presidente. “Las ciudades y zonas
urbanas y metropolitanas se convierten en el eje del desarrollo económico
global y no así el estado ni la nación. Sino la ciudad, la localidad donde se
instala la empresa”, comenta.
Considera
que el concepto regional toma una valoración importante porque son los que
convencen a un empresario de venir o no. Recalca la importancia de bajar los
indicadores, pues asegura que las grandes empresas piden el listado de las 10
ciudades más competitivas y si no se está dentro de esa lista, nadie querrá
invertir.
Por
tal motivo, para Eduardo Holguín, el alcalde debe ser la unidad jurídica,
administrativa y de liderazgo como se hace en los Estados Unidos, Europa o
Japón. “En México no hemos entendido eso. Las estructuras de promoción vienen
de la federación, van al estado y bajan al municipio ya muy mermado”, apunta.
Otro problema es
que no han existido esas alianzas.
No
ha habido esas alianzas. Tenemos que trabajar con la comisión metropolitana en
acciones ejecutivas.
La organización
también es cuestión de voluntad.
El
problema es que viene el inversionista mundial y le pide al secretario de Economía,
y éste le habla al gobernador y éste decide dónde poner la inversión cuando
nosotros debemos atrapar a éste inversionista y darle las ventajas competitivas
y esto no lo estábamos haciendo. Hay que hacer funcional las estructuras de
gobierno, hacerlas más modernas de acuerdo a las características de la
globalización. Hay que darle instrumentos al alcalde para que se vuelva el
líder; líder en la promoción de desarrollo económico. En Estados Unidos los
alcaldes de los pueblos se vuelven los grandes promotores. Y eso nos está
faltando aquí. Promover la ciudad es tener un buen ambiente cultural,
ecológico, agua limpia, un lugar que tenga buenas banquetas, universidades para
los hijos, profesionistas.
La realidad es que
existe un déficit de ingenierías y hay una sobre oferta de universitarios.
No
tenemos ingenierías. Los indicadores nos mencionan que tenemos una matrícula
del 10% a nivel regional y va para abajo, cuando Vietnam tiene el 75% de matrícula
en ingenierías o Guadalajara arriba del 20%. Tenemos que trabajar en eso. No
nomás es de las universidades. El gobierno tiene que incentivar y estimular
políticas de incentivos para las universidades y políticas desde la primaria para
irle generando esa idea.
¿En su opinión
existe saturación de universidades para la oferta laboral?
Se
generan muchos contadores y administradores. No es cuestión de la universidad,
si los chavos no consumen la carrera tienen un problema de costos. Qué bueno
que tengamos más aulas por habitante, el problema es que estamos saturados de
carreras. Las ingenierías no están saturadas. Muchas que son necesarias, como
las TI, no hay. Hay muy poco, cuando necesitamos especialistas en software y no
hay. Tenemos que tener los instrumentos de políticas públicas, incentivar a
empresarios y universidades. Es un punto muy específico. Se ha confundido el
fomento económico con ir a promover a Japón. Para qué vas allá si no tienes
ingenieros que ofrecer.
¿Qué áreas son
urgentes?
El
80% del PIB mundial está concentrado en la industria del conocimiento. El 75%
del PIB ya es industria del conocimiento y estamos completamente afuera. Si
Torreón sigue así no vamos a tener inversiones. Es burdo el análisis, no es ni
depurado.
Desde la pérdida de
empleo en la maquila no hemos recuperado nada y parece que nadie quiere ver eso.
Nos
quedamos en la idea de la explotación de los recursos humanos y de los recursos
naturales. Nos quedamos en la época maltusiana donde era importante los
recursos naturales y humanos, explótalos y tendrás éxito pero eso ya se acabó.
Ahora es el conocimiento. Los millonarios del mundo son los que mandan:
Windows, Apple, Google, son los nuevos millonarios. Ellos son los comandantes
de la economía y aquí seguimos con otra idea; es una estructura institucional
dedicada a la actividad primaria de la economía cuando las economías mundiales
ya no se valoran por cuánto vale su acero, mineral o cuánto valen los carros. La
economía se mide en cosas que no pesan.
Pero dos de las
industrias rectoras de la región siguen alimentándose de actividades primarias.
Sí,
LALA y Peñoles son Importantes, pero son industrias verticales que tienen su
rango de acción, de empleo. Pueden promover 10 mil empleos directos pero no
podemos estacionarnos ahí. La población sigue creciendo, la Población Económicamente
Activa sigue creciendo. No podemos quedarnos con solo esos empleos. Necesitamos
industrias intensivas en cerebro de obra, tenemos que generar industrias de
mayor demanda de personas. Lo que nos damos cuenta es que generamos una oferta
laboral elevada pero no se empata con la oferta laboral. Los sueldos de los
jóvenes son muy bajos.
¿Cuántos empleos
deberíamos generar anualmente en La Laguna?
Para
que presionáramos la demanda, que aumentara la demanda tendríamos que estar creando
mínimo cinco mil o seis mil empleos anuales. La construcción con la obra
pública generaba dos mil empleos anuales. Y no era suficiente. Chavos se
quedaban sin chamba. Vemos chavos de taxistas pero eso pasa desde hace 15 años.
Y esto es un reto.
El gobernador Rubén
Moreira dice que con la carretera Durango-Mazatlán, Torreón quedará en el
centro y tendrá un impacto económico. ¿Confían en que generarán inversiones de
ese punto?
Sí
levanta la competitividad en materia de infraestructura y comunicaciones pero
no es lo suficiente. Es necesario pero no factor suficiente. La Laguna puede
convertirse en una gran Cuencamé donde aquí nomas pasen los tráileres y nos
compren las gorditas y Doña Tota se vuelva más famosa de lo que ya es, sino
metemos acciones en otros rangos.
¿Qué se necesita?
Mucha
gente cree que por la carretera vas a lograr una mayor competitividad, aquí es
interregional. Por eso se crean los corredores logísticos. Si Mazatlán no
aumenta su capacidad de puerto de nada nos sirve. Mazatlán no tiene capacidad
para aumentar sus cargas. Eso que va a sustituir los puertos del pacífico de
los Estados Unidos es una falacia. Tienen que levantar el 100% de la capacidad.
Digamos que aumentan, pero si no generamos un nudo logístico adecuado en la
región, y sí se hace en Saltillo como se hace, se van a ir a descargar allá.
Necesitamos convertirla en nudo logístico. Eso implica más esfuerzo, más
técnicos.
También ya se hace
en Durango capital.
Sí,
ya se hace. Si no trabajamos en logística como región, más especializada, no
lograremos nada. No es tan sencillo, por eso se necesita un instituto
científico, con técnicos, que hagan el análisis científico y le digan a los
alcaldes, señores, así está la situación.
¿Y se puede hacer
esto en cuatro años?
Sí podemos arrancar. Sí
podemos subir la competitividad. Hay factores burdos, hay unos finos como éste
de convertir a la Laguna en nudo logístico, pero sí se puede convertirla en una
zona industrial con infraestructura mínima. Y con acciones inmediatas.
Podríamos estar en posibilidad de entrar entre los primeros
15 lugares de competitividad a nivel nacional, pero implica esfuerzo
metropolitano.