sábado, 1 de febrero de 2014

La Laguna, 15 años atrasada

Por Francisco Rodríguez
          De acuerdo a los especialistas, Torreón y La Laguna en general se encuentran por lo menos 15 años atrasados en su desarrollo económico y de infraestructura, lo que está teniendo serias consecuencias, como la caída drástica de la competitividad, la casi nula inversión de capital en el sector industrial de la región, una muy alta tasa de desempleo y una perspectiva de futuro que hoy se ve desalentadora con respecto a otras ciudades del país.
     En entrevista exclusiva para Revista de Coahuila, Eduardo Holguín Bizhunter, director del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad (IMPLAN) en Torreón, de entrada lanza que si no baja los indicadores desfavorables en un año, se hará a un lado, lo que sería algo inédito en un funcionario municipal.
“Si no convencimos como instituto o no fuimos suficientes, en un año nos vamos. En un año ya vimos si la ciudad empieza a transitar hacia por lo menos entrar a la media, ahorita estamos en la media baja, si no podemos pues que mejor pongan a otro”, comenta el economista egresado del ITAM.
De entrada tiene puntos a su favor; indicadores que fácilmente disminuirá con ajustes ante el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO): Si Torreón fuera medido solo, estaría en el lugar 17 y no 44. El problema, asegura Holguín, es que la competitividad es algo metropolitano.
“O nos separamos cosa que no es posible, o trabajamos conjuntamente con acuerdos específicos. Porque ese será el único camino. En el mundo ya se analiza la metrópoli y ya no la ciudad”, explica desde su oficina en el Banco de México.
El Instituto trabajará con 22 personas y adelanta que en dos años, el instrumento será democrático y los ciudadanos se podrán registrar para entrar al consejo técnico. Bajo esta base, optimistamente Holguín está convencido que en cuatro años Torreón podrá entrar entre las 10 ciudades más competitivas para invertir en México.
“Hay cuestiones burdas que sí se pueden hacer y hay otras finas. Es como un examen. Primero hay que contestar las preguntas fáciles, luego las más difíciles. Con las preguntas fáciles en un año sí nos ubicamos en la media de la competitividad”, afirma.
Las cuestiones tan burdas de las que habla Holguín, son por ejemplo las áreas verdes: La región no tienen ni un metro cuadrado de área verde por habitante cuando internacionalmente se tiene 12. Es un indicador. Otro es el estado de derecho, cuando según el IMCO, Torreón no tiene notarios, dato que es incorrecto.
            Pese a estos indicadores, el IMPLAN, aclara su titular, no será ejecutor ni de obras, ni estudios, ni proyectos. El IMPLAN determinará el balance y las señales rojas para señalar cuáles son los programas y perfiles que deben desarrollarse según éste órgano técnico. Será Miguel Riquelme Solís, el presidente municipal, quien decida.
“Algunos puristas del análisis del instituto consideran que deben  pasar a la ejecución, como cuestión obligatoria. Eso sería anti constitucional porque no puede haber un ente superior al cabildo o al municipio mismo, pero aunque se pudiera no creo que sería bueno que fuera ejecutor porque sustituirías a todos en el municipio”, explica el nuevo funcionario.

Si algo ha faltado es planeación y visión. En términos concretos, ¿qué se hará?
La idea de Miguel Riquelme es hacer el cambio institucional. Tener una entidad que se dedique a levantar los indicadores de competitividad de la ciudad, los cuales son mediocres y bajos según el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO). Ocupamos un lugar 44 de 77 ciudades. Hay 43 ciudades mejores que nosotros para invertir. Estamos muy caídos. Tenemos 15 años sin inversiones. Puedes atraer inversiones regalando naves industriales o terrenos o bien desarrollando la competitividad de la ciudad y esto compete a muchos factores y sectores. Depende de muchos factores de relación con el estado y también con los sectores sociales, privado, universidades. Es algo de triple hélice: gobierno empresario, universidades.
¿Estamos entonces atrasados 15 años?
En Torreón sí, y más atrasados en materia de instituciones para promover la competitividad. A la Laguna le cae la globalización pero no hace los cambios institucionales para adaptarse a los cambios.
¿Entonces se reconoce que ha sido responsabilidad de los gobiernos?
Un alcalde antes lo único que hacía era ver la cuestión de los servicios públicos: agua, luminaria, ahora el alcalde es un líder que tiene que impulsar a su ciudad, a rivalizar con otras ciudades. Una inversión mundial nos revisa a otros países. Hay muchas ciudades que compiten mejor que nosotros. Tenemos que levantar esa competitividad que depende de 70 factores, según el IMCO: áreas de economía, cultura, medio ambiente, desarrollo urbano, estado de derecho. Necesitamos una institución trasversal a todos los sectores de la ciudad, convencer tanto a los colegas del gobierno como de otros gobiernos, con el gobernador, con la federación, con organismo privados. Tenemos que hacer toda una organización para trabajar.
¿Qué metas concretas hay?
El presupuesto nos limita pero si tenemos 10 proyectos, tendremos que ver cuál le pega más a la competitividad. Una vez tengamos el balance, éste proyecto nos levanta más la competitividad. Si metemos un museo nos levanta tantos puntos, si metemos tal parque nos levanta esto. Hay que darle una perspectiva a los proyectos y no nomás que se le ocurra algo. Es una estructura de análisis.
¿Cuál es el proyecto prioritario?
El transporte suburbano, en mi opinión, nos puede levantar mucho la competitividad. Hay que pasarlo a algún tamiz técnico. Yo no voy a decidir. No somos gurús, somos técnicos que vamos a decir estos son los indicadores, el balance de la ciudad y en términos económicos esto es lo que se tiene que hacer. La sociedad, el cabildo y la sociedad van a dar la decisión política final al proyecto. No somos gurús ni vamos a trabajar independiente de las otras dependencias económicas. Necesitamos una visión social, política y vamos a darle la visión económica. Esta inversión nos va a levantar esto en el análisis económico mundial. Los técnicos dirán los caminos.
¿Cuál es el presupuesto del Instituto?
De 12 millones de pesos, un poco más. Vamos a analizar proyectos que rebasan mucho esto. Tendremos que acudir a presupuestos de la federación, del estado; colaborar con la IP para que metan dinero.
¿Entonces esa cantidad es solo para nómina?
Gasto corriente y algunos estudios que se van a contratar y nómina. Una vez tengamos el conjunto de acciones algunas requieren de ciertas investigaciones y desarrollo. Podemos contratar algún despacho, por ejemplo. Sí hay ciertos estudios que hace el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC). Sería conveniente tener establecido cómo levantar ciertas productividades de la zona. El problema es que nuestros sectores tradicionales como la industria del mármol, mueble, metal mecánica, se han quedado rezagados en relación al mundo. Se ha quedado estancada. Tiene menor productividad y tenemos qué ver cómo incentivar. Y eso requiere cierto análisis para que nos digan, por ejemplo, cómo traer las Tecnologías de la Información. Sería bueno contratar a consultores, cuál sería la ruta crítica para ya traer una industria que no puede seguir fuera de la región.
Usted presidió en la administración anterior un Consejo ciudadano de Competitividad. La realidad es que fue un fracaso.
No fue ningún instituto. Era un grupo de empresarios e integrantes de ONGs que nos juntábamos y analizábamos proyectos y diseñamos el instituto. Esas personas fuimos a Juárez, a León, estuvimos en Ensenada, en San Pedro Garza García y diseñamos una matriz. Hicimos una propuesta al alcalde y no fue tomada en cuenta. Viene Riquelme y lo rehacemos y se hace el instituto. No había ningún gasto público. El consejo también hizo un proyecto para traer las empresas Bussiness Process Outsourcing, tampoco se echó a andar pero ahí está el proyecto y la ruta. Ese trabajo no se echó a perder, ahí está. Se quedó estacionado porque nunca lo echó a andar Eduardo Olmos. Miguel sí es un convencido que se debe echar a andar el instituto. Hay ciudades que hace 20 años echaron a andar los IMPLAN. No pudimos quitar ese retroceso institucional. Pero yo no lo veo como un fracaso, hicimos el proyecto, nos reunimos. Por primera vez se vieron las caras instituciones como el CLIP y Fomec.
¿Por qué en tanto años el tema Mieleras no ha sido explotado?
Creo que el Mieleras sí puede ser una gran zona industrial.
Pero tiene muchos años diciéndose lo mismo.
Es que le falta elementos de competitividad. Tenemos que dotarlo de agua necesaria. No tiene agua, cómo va a ser un parque sin agua, aunque no sea destinado a empresas de uso intensivo de agua. Necesitamos dotarlo de la capacidad de energía eléctrica suficiente que te demandan grandes empresas. Ahí está, no es un desperdicio ni fracaso, pero sí es una infraestructura que si le damos elementos de competitividad lo echamos a andar. Y así lo vamos a hacer. Por eso el análisis de los factores. Qué nos falta, agua, vamos a hacer un proyecto para darle agua. Ya que se junten los empresarios privados pues yo le pongo tanto y el gobierno tanto.
Pero si no ha habido agua ni otras cosas es por falta de voluntad.
Por lo que sea, lo que vamos a decir son como las alarmas de un avión, te pone los rojos y ya decide el piloto si va a cambiar la altitud o si se sale de las nubes. Vamos a establecer las alarmas e ir más allá. Estos son los programas que creemos deben tomarse en cuenta.

            Ha faltado liderazgo

            Para Eduardo Holguín, a la región le ha faltado organización o una labor institucional para ejercer un liderazgo. Opina que no ha existido un liderazgo público cuando los tiempos lo exigen.
Holguín expone que en la era moderna, son los alcaldes quienes deben tomar el liderazgo y no esperar que llegue un gobernador o un presidente. “Las ciudades y zonas urbanas y metropolitanas se convierten en el eje del desarrollo económico global y no así el estado ni la nación. Sino la ciudad, la localidad donde se instala la empresa”, comenta.
Considera que el concepto regional toma una valoración importante porque son los que convencen a un empresario de venir o no. Recalca la importancia de bajar los indicadores, pues asegura que las grandes empresas piden el listado de las 10 ciudades más competitivas y si no se está dentro de esa lista, nadie querrá invertir.
Por tal motivo, para Eduardo Holguín, el alcalde debe ser la unidad jurídica, administrativa y de liderazgo como se hace en los Estados Unidos, Europa o Japón. “En México no hemos entendido eso. Las estructuras de promoción vienen de la federación, van al estado y bajan al municipio ya muy mermado”, apunta.
Otro problema es que no han existido esas alianzas.
No ha habido esas alianzas. Tenemos que trabajar con la comisión metropolitana en acciones ejecutivas.
La organización también es cuestión de voluntad.
El problema es que viene el inversionista mundial y le pide al secretario de Economía, y éste le habla al gobernador y éste decide dónde poner la inversión cuando nosotros debemos atrapar a éste inversionista y darle las ventajas competitivas y esto no lo estábamos haciendo. Hay que hacer funcional las estructuras de gobierno, hacerlas más modernas de acuerdo a las características de la globalización. Hay que darle instrumentos al alcalde para que se vuelva el líder; líder en la promoción de desarrollo económico. En Estados Unidos los alcaldes de los pueblos se vuelven los grandes promotores. Y eso nos está faltando aquí. Promover la ciudad es tener un buen ambiente cultural, ecológico, agua limpia, un lugar que tenga buenas banquetas, universidades para los hijos, profesionistas.
La realidad es que existe un déficit de ingenierías y hay una sobre oferta de universitarios.
No tenemos ingenierías. Los indicadores nos mencionan que tenemos una matrícula del 10% a nivel regional y va para abajo, cuando Vietnam tiene el 75% de matrícula en ingenierías o Guadalajara arriba del 20%. Tenemos que trabajar en eso. No nomás es de las universidades. El gobierno tiene que incentivar y estimular políticas de incentivos para las universidades y políticas desde la primaria para irle generando esa idea.
¿En su opinión existe saturación de universidades para la oferta laboral?
Se generan muchos contadores y administradores. No es cuestión de la universidad, si los chavos no consumen la carrera tienen un problema de costos. Qué bueno que tengamos más aulas por habitante, el problema es que estamos saturados de carreras. Las ingenierías no están saturadas. Muchas que son necesarias, como las TI, no hay. Hay muy poco, cuando necesitamos especialistas en software y no hay. Tenemos que tener los instrumentos de políticas públicas, incentivar a empresarios y universidades. Es un punto muy específico. Se ha confundido el fomento económico con ir a promover a Japón. Para qué vas allá si no tienes ingenieros que ofrecer.
¿Qué áreas son urgentes?
El 80% del PIB mundial está concentrado en la industria del conocimiento. El 75% del PIB ya es industria del conocimiento y estamos completamente afuera. Si Torreón sigue así no vamos a tener inversiones. Es burdo el análisis, no es ni depurado.
Desde la pérdida de empleo en la maquila no hemos recuperado nada y parece que nadie quiere ver eso.
Nos quedamos en la idea de la explotación de los recursos humanos y de los recursos naturales. Nos quedamos en la época maltusiana donde era importante los recursos naturales y humanos, explótalos y tendrás éxito pero eso ya se acabó. Ahora es el conocimiento. Los millonarios del mundo son los que mandan: Windows, Apple, Google, son los nuevos millonarios. Ellos son los comandantes de la economía y aquí seguimos con otra idea; es una estructura institucional dedicada a la actividad primaria de la economía cuando las economías mundiales ya no se valoran por cuánto vale su acero, mineral o cuánto valen los carros. La economía se mide en cosas que no pesan.
Pero dos de las industrias rectoras de la región siguen alimentándose de actividades primarias.
Sí, LALA y Peñoles son Importantes, pero son industrias verticales que tienen su rango de acción, de empleo. Pueden promover 10 mil empleos directos pero no podemos estacionarnos ahí. La población sigue creciendo, la Población Económicamente Activa sigue creciendo. No podemos quedarnos con solo esos empleos. Necesitamos industrias intensivas en cerebro de obra, tenemos que generar industrias de mayor demanda de personas. Lo que nos damos cuenta es que generamos una oferta laboral elevada pero no se empata con la oferta laboral. Los sueldos de los jóvenes son muy bajos.
¿Cuántos empleos deberíamos generar anualmente en La Laguna?
Para que presionáramos la demanda, que aumentara la demanda tendríamos que estar creando mínimo cinco mil o seis mil empleos anuales. La construcción con la obra pública generaba dos mil empleos anuales. Y no era suficiente. Chavos se quedaban sin chamba. Vemos chavos de taxistas pero eso pasa desde hace 15 años. Y esto es un reto.

El gobernador Rubén Moreira dice que con la carretera Durango-Mazatlán, Torreón quedará en el centro y tendrá un impacto económico. ¿Confían en que generarán inversiones de ese punto?
Sí levanta la competitividad en materia de infraestructura y comunicaciones pero no es lo suficiente. Es necesario pero no factor suficiente. La Laguna puede convertirse en una gran Cuencamé donde aquí nomas pasen los tráileres y nos compren las gorditas y Doña Tota se vuelva más famosa de lo que ya es, sino metemos acciones en otros rangos.
¿Qué se necesita?
Mucha gente cree que por la carretera vas a lograr una mayor competitividad, aquí es interregional. Por eso se crean los corredores logísticos. Si Mazatlán no aumenta su capacidad de puerto de nada nos sirve. Mazatlán no tiene capacidad para aumentar sus cargas. Eso que va a sustituir los puertos del pacífico de los Estados Unidos es una falacia. Tienen que levantar el 100% de la capacidad. Digamos que aumentan, pero si no generamos un nudo logístico adecuado en la región, y sí se hace en Saltillo como se hace, se van a ir a descargar allá. Necesitamos convertirla en nudo logístico. Eso implica más esfuerzo, más técnicos.
También ya se hace en Durango capital.
Sí, ya se hace. Si no trabajamos en logística como región, más especializada, no lograremos nada. No es tan sencillo, por eso se necesita un instituto científico, con técnicos, que hagan el análisis científico y le digan a los alcaldes, señores, así está la situación.
¿Y se puede hacer esto en cuatro años?
Sí podemos arrancar. Sí podemos subir la competitividad. Hay factores burdos, hay unos finos como éste de convertir a la Laguna en nudo logístico, pero sí se puede convertirla en una zona industrial con infraestructura mínima. Y con acciones inmediatas. Podríamos estar en posibilidad de entrar entre los primeros 15 lugares de competitividad a nivel nacional, pero implica esfuerzo metropolitano.