jueves, 1 de mayo de 2014

El caso Carlos Vela

Por: La Redacción
    Carlos Vela, el delantero mexicano de la Real Sociedad de la liga española, exjuvenil nacional muy exitoso y quien ha desarrollado toda su carrera futbolística en España, se ha convertido en la piedra de escándalo para el medio futbolístico mexicano, el motivo: su negativa de incorporarse a la selección mexicana de futbol e ir al mundial de Brasil que inicia el próximo mes, algo que se supone es un privilegio que desean todos los futbolistas profesionales, pero sobre todo, en la interpretación mediática y manipuladora: un acto de patriotismo, no importa que la actual selección nacional haya llegado de rodillas al mundial de Brasil por un sistema de eliminación acomodaticio; tampoco importa que las posibilidades de hacer un buen papel en la contienda internacional sean mínimas e inclusive, en un pronóstico bastante posible, que no se gane ningún partido.
    ¿Carlos Vela es un apátrida? No, quienes lo conocen de cerca opinan que es un buen muchacho y un buen jugador de futbol profesional, pero no está de acuerdo con la forma en que se maneja el negocio de la selección nacional de futbol, porque básicamente el asunto debe verse precisamente como un negocio, no como una representación nacional por la cual “ponerse la verde y estar con el tri es estar con México”.
    Aún con el pésimo papel que desempeño México en el torneo eliminatorio en la zona de la Concacaf, que agrupa Norteamérica y la zona del caribe, los partidos se jugaron con estadios llenos y con una venta excelente de publicidad, lo que se ha mezclado con un programa de “preparación” para el mundial que incluye un programa de partidos amistosos, la casi totalidad de los cuales se juegan en ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica donde hay poblaciones hispanas muy grandes, lo que garantiza estadios llenos y en consecuencia muy buenas taquillas, a lo que hay que agregar toda una campaña de comercialización que va paralela y que culmina con al menos tres partidos en el mundial, donde México, pese a su pobre nivel tiene un buen ranking de auditorio y en consecuencia publicitario. Los especialistas hablan de alrededor de 1,500 millones de dólares de derrama económica, en un estimado.
    Carlos Vela, desde que estaba prestado en el club de futbol Salamanca de España, se decidió por hacer vida en el continente europeo y sabe lo que quiere. Actualmente es un exitoso delantero de la Real Sociedad (ha sumado 15 goles en la temporada) y todo indica que el resto de su carrera se desarrollará en España o en cualquier otro país europeo, algo que es un sueño para la mayoría de los jugadores profesionales de futbol en México; un sueño que pocos intentan y poquísimos lo han hecho de manera exitosa.
     Cuando estuvo en Salamanca Carlos Vela hizo amistad con un grupo de muchachos mexicanos que estudiaban por aquellos años en la muy conocida Universidad de Salamanca, con los que compartía algunas tertulias y parloteaban sobre los pormenores de su vida en México. Hoy, en corto, ha manifestado que no le interesa la selección mexicana de futbol porque no está de acuerdo con la manera en que esta se maneja. No le encuentra sentido el incorporarse a un equipo que tiene un manejo técnico caótico y en ocasiones casi surrealista. Antes las cosas ya iban mal con José Manuel “El Chepo” De la Torre y hoy con Miguel “El Piojo” Herrera la cosa se ha puesto peor, si se toma en cuenta la opinión de los especialistas que no están dentro de la nómina de Televisa o tienen intereses específicos con quienes manejan el futbol mexicano.
     ¿Tiene sentido ponerse la verde para darle gusto al espíritu patriotero que llega hasta el extremo de afirmar que la Virgen de Guadalupe y el tri son las dos mayores devociones nacionalistas del mexicano?
     Vela ha tenido la cortesía de reservarse sus opiniones sobre el porqué no quiere incorporarse a la selección nacional, lo que ya es un gesto de bastante consideración para los directivos, aunque también es una manera de proteger su carrera profesional por aquello de que decidiera regresar alguna vez a continuar su carrera en México, donde le pondrían las cosas imposibles o por lo menos muy incómodas. “El Piojo” Herrera, después de tratar de convencerlo para que se sumara a la selección, solo atinó a declarar: “No entiendo a Carlos Vela, yo creo que no le gusta el futbol”. La declaración más correcta debería haber sido: a Carlos Vela no le gustan algunas cosas de cómo se maneja el futbol mexicano, y está en todo su derecho y, lo que tiene el sapo atragantado en la garganta de los directivos, es que puede darse el lujo de asentar su postura y desdeñarlos, por más ruegos que le hacen.

    Solo como referencia ¿Qué hizo Hugo Sánchez en la selección mexicana durante los mundiales en los que participó que sea recordable para la posteridad? Y Hugo Sánchez es el máximo jugador internacional que ha tenido México.